Cada vez se escucha más que vivimos en la Era de los influencers. Parece que se tiene una idea preconcebida de estas personas. Es probable que se les idealice demasiado. De hecho, muchas y muchos pequeños anhelan ganarse el pan creando contenido para sus audiencias, ser como esas personalidades que dejan ver sus vidas de ensueño a través de sus pantallas. Te contamos más.
Más allá de centrarnos en el debate ético que rodea a esta figura, la de los influencers, vamos a poner la lupa primeramente en su significado. Sin irnos por los cerros de Úbeda, un influencer es, al fin y al cabo, una persona con la capacidad de influir en su entorno. Algunos lo hacen en mayor o en menor medida, en función de la cantidad de personas a las que puedan llegar o el grado de engagement de las mismas. Es por esto que nos encontramos a los nano, micro y macro influencers, en dependencia de su alcance o número de seguidores.
Estamos de acuerdo en que el hecho de lograr un gran número de seguidores en redes sociales es una tendencia al alza en la sociedad en la que vivimos donde predomina la superficialidad. Las marcas, cada vez con mayor frecuencia, valoran la necesidad de invertir en influencers que canalicen y exploten las ventajas de sus productos y servicios. Es una opción económica que arrebata terreno a la publicidad tradicional y otros formatos digitales.
¿Cómo encontrar a la persona 360 que le dará vida a tu historia?
Así, el márketing de influencias ya es una realidad tan tangible. En el mercado, ya existe un amplio abanico de agencias especializadas en este segmento. Estas compañías se encargan, entre otras cosas, de optimizar este tipo de campañas y mensajes. Agilizan procesos poniendo en contacto a los anunciantes con estos líderes de opinión, adaptando las necesidades de los negocios a personalidades particulares. People! es un ejemplo de este tipo de agencias disruptivas que están revolucionando nuestra forma de comprender a estos actores.
Los y las influencers han adoptado un papel protagonista en la publicidad del presente, ya que son capaces de aproximarse a personas que no podrían ser alcanzadas mediante otras herramientas. Un detalle muy importante es que son realmente útiles frente a la utilización de los Adblockers o bloqueadores de anuncios, cuyo uso es cada vez más extendido en un contexto en el que abunda la publicidad intrusiva.
Invertir en influencers es, en muchos casos, una gran estrategia, puesto que en sus mensajes predomina la comunicación personal. Son marcas personales, sujetos con autoridad cuyas palabras son tomadas en cuenta al percibirse confianza, honestidad y sinceridad en ellos mismos, indicadores de autenticidad. No olvides que son personas dirigiéndose a personas. Ya lo hemos repetido más de una vez: la base del éxito son las relaciones humanas.
No te centres en los seguidores, busca la interacción
Si te estás planteando incorporar esta figura en tus estrategias de márketing deberás priorizar, de nuevo, la calidad frente a la cantidad. Por esta razón, es indispensable que no te focalices en los números, sino en la huella que estas personas influyentes dejan en sus públicos. De nada vale tener una gran cantidad de seguidores, si no se produce interacción. Y es un negocio tan lucrativo que han proliferado los influecers falsos, que compran seguidores, que a menudo suelen ser bots o cuentas hackeadas para generar impacto. Que no te den gato por liebre.
Para empezar, presta atención a la respuesta de los destinatarios de esos mensajes: ¿Existe? ¿Cómo se plasma? Echa un vistazo a los comentarios, ¿cómo son? ¿Muestran compromiso? Ojo también a este apartado, ya que estas aportaciones también pueden ser compradas, aunque seguramente no sea una tarea difícil distinguir los auténticos de los falsos. Normalmente este tipo de mensajes engañosos se basan en generalidades, no están bien traducidos o, incluso, están escritos en un idioma diferente.
Las compañías ya han caído del burro y se han dado cuenta de que, en ocasiones, es mucho más eficiente invertir recursos en los microinfluencers, esto es, aquellos que cuentan con una cifra de seguidores que oscila entre los 5.000 y los 10.000. Además de ahorrar una gran suma de dinero, los resultados son mucho más eficientes. Plantéatelo.
En Asalion, la agencia del impacto, conocemos de primera mano la importancia de las personas, por eso seguimos de cerca este tipo de actores emergentes que cambian nuestra manera de pensar. Sin lugar a dudas, están rompiendo con muchos estereotipos de la industria lanzando comunicaciones muy interesantes. Predomina lo humano frente a lo artificial. Si tu negocio posee los recursos suficientes para apostar por este tipo de campañas, no le des más vueltas. Anímate. Recuerda que las historias ganan en valor cuando las cuentan las personas.